Odio que el mundo vaya contra mí,
que la amistad me falle cuando más la necesito,
que el viento y los mares me contraríen,
que el amor nunca venga a mí,
que cuando me siento triste esté sola,
y cuando esté sola esté triste,
que nadie piense en mí cuando algo me incumbe,
que la vida me dé de lado y todo se vuelva extraño,
que todo parezca mentira, o todo sea verdad,
que me mientan, que no me sean leales,
que hablen de mí a mis espaldas,
como si yo hablase mal de ellos,
como si tuviese la culpa de todo mal.
Odio a las personas que jamás dicen la verdad,
que nunca han sabido ni sabrán escuchar,
que solo piensan en si mismos,
como si fuesen los únicos en la faz,
y en este mundo despiadado,
que está lleno de personas incultas,
lo que más odio de verdad,
son a las personas ignorantes.
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Contigo alcanzo el cielo con un dedo.