En dos palabras: te quiero.

Contigo las palabras sobran y las horas faltan. Jamás entenderé porque me pierdo en tu mirada. Nunca sabremos porque me encanta cuando me miras con esos ojos y me sonríes con esa sonrisa. Tampoco comprendo el porqué de que, cuando me abrazas, haces que me sienta protegida, que todo sea mejor. Palabras sinceras intento escribir, cuando en realidad es imposible hacerlo. ¿Por qué? El amor es indescriptible.
Tu olor me maravilla y me cautiva. Una de las cosas que más me gusta al abrazarte es eso, oler el aroma de tu piel. También es en esos momentos cuando dices algo susurrando a mi oído, y todo acaba de desaparecer por completo. Contigo solo existimos los dos, o al menos eso siento en cada instante a tu lado. Hay momentos en los que, no sé como, recuerdo como hueles, y entonces todo vuelve a desaparecer. Cierro los ojos y te vuelvo a ver a mi lado, y deseo con mucha fuerza que estés junto a mí otra vez, pero no lo consigo.
No he dicho aún que siento cuando me besas, pero es que simplemente no sé como puedo decirte. Es algo sobrenatural, no consigo asimilar tu existencia aquí conmigo, aunque estés de pie frente a mí. Adoro cuando me coges en brazos, para que mentirte, amo cuando haces eso, me haces sentir especial, aunque no sé el motivo.
Espero que te hayas dado cuenta ya de que no se puede describir lo indescriptible, como dicho antes está el amor no se puede definir. Aunque espero que hayas entendido al menos lo que quería decir. Sino, básicamente, es que te quiero, y que me alegro de que te hayas cruzado en mi camino.